Piero Montelli acerca iniciativas asociativas en la porcicultura.

Un grupo de productores porcinos ha creado una novedosa propuesta productiva con resultados exitosos. Se asociaron y crearon una exitosa granja de cerdos, que además atrae a las nuevas generaciones de jóvenes productores.

La creatividad y el talento atraen el capital y, en este caso, las nuevas propuestas en materia de producción porcina están revolucionando el campo argentino. Productores del sector del área bonaerense de Azul, han diseñado un modelo productivo de granja a escala que, incorporando los últimos avances en materia tecnológica y por su apuesta sustentable, se ha convertido en un imán que atrae a los jóvenes, estudiantes y profesionales del sector, con interés en apostar a este rubro de desarrollo agropecuario. 

Gonzalo Ferreres Nolasco, de la Regional de productores de Azul, junto a otros socios y productores de esta zona de la Provincia de Buenos Aires, crearon la firma “Porciagro”, cuya principal actividad es el desarrollo y producción integral de la producción porcina. Desde el año 2007, y con 15 años de trayectoria en la materia, estos socios comenzaron un camino cuyo pilar fundante es el asociativismo productivo.

En los comienzos de la iniciativa dos de los socios se unieron a una empresa local que elaboraba chacinados con la novedosa propuesta de instalar un criadero de cerdos de ciclo completo, con madres y engorde.

El negocio fue creciendo y luego, para ampliar la producción, lanzaron un modelo asociativo, vigente y exitoso hoy día, en el cual los productores zonales se pueden asociar con el criadero beneficiándose de la materia prima, los lechones, y distribuyendo las ganancias.

Según explica Ferreres Nolasco respecto de esta original iniciativa productiva, los asociados a este proyecto lograron desarrollar un modelo de capitalización económica, ya que el 50% de los kilos ganados va para el productor y el otro 50% para el criadero. La asociación se da en la medida de que el criadero entrega los lechones con toda su genética, con la alimentación inicial a base de núcleos, y provee el conocimiento en el manejo reproductivo.

En este modelo de cría, los productores reciben los lechones, los engordan en sus campos aprovechando el maíz y la soja de sus propias producciones hasta que su peso se encuentra entre los 120-130 kilos.

Recursos ambientales y tecnológicos claves del modelo productivo.

Una parte esencial del modelo es el aprovechamiento de los recursos ambientales para la mejora nutricional de la producción. En este sentido, se utilizan los efluentes como un plus adicional para la nutrición de los cultivos. Con un correcto manejo y reutilización de los residuos orgánicos, el productor ha logrado reemplazar cerca del 40% del nitrógeno y el 60% del fósforo requerido para la adecuada nutrición del suelo.

 Desde el punto de vista de la capacitación de los jóvenes que se van sumando a esta experiencia productiva, los integrantes de Porciagro, destacan la importancia que ha tomado la propuesta en materia de oportunidad laboral para los jóvenes profesionales que, paulatinamente se van sumando a esta propuesta. De este modo, se suman las nuevas generaciones con sus conocimientos en materia agraria y tecnológica, aportando con su capital profesional a la continua expansión del modelo productivo asociativo, fundante de una nueva forma de desarrollo del negocio porcino.

Deja un comentario

Blog de WordPress.com.

Subir ↑

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar